En las últimas sesiones del pleno del Congreso anterior, que finalizó funciones en el mes de julio, se aprobaron una serie de iniciativas que pasaron al despacho del presidente de la República para su promulgación u observación.Un buen grupo de estas autógrafas de ley tenían plazos que vencían ya con Pedro Castillo como presidente de la República, es decir, él tenía en sus manos la decisión de darles viabilidad o no.De esta manera, en las dos últimas semanas el mandatario ha observado un grupo de autógrafas que de hacerse realidad afectarían la caja fiscal del Gobierno.Una de las iniciativas observadas es la que restituía las exoneraciones tributarias a las actividades económicas que se realizaran en zonas altoandinas, es decir, por encima de los 2,500 metros sobre el nivel del mar.Se buscaba que en dichas zonas se exonere por tres años el Impuesto a la Renta correspondiente a rentas de tercera categoría, así como las tasas arancelarias a las importaciones de bienes de capital con fines de uso productivo y el Impuesto General a las Ventas (IGV) a las importaciones de bienes de capital con fines de uso productivo.