El compromiso del Gobierno con la nacionalización de los recursos naturales despierta la expectativa de la población, conforme se hace patente que la ejecución de este plan es cada vez más cercana.Abonan a ello la reciente visita del exmandatario de Bolivia, Evo Morales, promotor de la nacionalización en esta parte del continente. Y también las dos sorpresivas apariciones mediáticas recientes de Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, donde éste describió el objetivo de dicha propuesta."La nacionalización nosotros la entendemos como algo diferente a la estatización. Y comprende tomar el control de los recursos naturales para que estos sean administrados con las comunidades locales", dijo.¿Qué significa esto para el país?Aurelio Ochoa Alencastre, ex presidente de Perúpetro, advierte que no debemos asustarnos por una eventual nacionalización de los recursos extractivos, porque esta propuesta ya había sido anticipada desde el inicio de la segunda vuelta electoral y porque "nacionalizar no significa confiscar".Así lo entiende también Álvaro Ríos, socio de Gas Energy y ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, país en cuyo modelo extractivo se inspira el gobierno peruano. "Evo Morales nunca expropió. Lo que hizo fue sentarse a negociar con las empresas de hidrocarburos e irse a juicio si no llegaban a acuerdos", refiere.En esencia, explica Mauricio Medinacelli, consultor privado y también ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, lo que hizo Morales fue renegociar los contratos minero-energéticos para extraer más impuestos y presentar esto como un gran logro de su gobierno, siguiendo la receta inventada en Venezuela por Hugo Chávez (la cual incluye el cambio de Constitución, la creación de más empresas estatales y el otorgamiento de bonos).