PASO LA VIOLENCIA, LLEGÓ EL ACUERDO
17 de septiembre de 2006

El problema más serio que afronta Cerro de Pasco por estos días no es la contaminación ambiental, los niños con alta concentración de plomo en la sangre, la falta de agua o el temor a que las casas vecinas al tajo abierto que explota la minera Volcan se vengan abajo producto de las constantes detonaciones. Aunque parezca increíble, lo más grave es la división del pueblo en torno a sus necesidades y las propuestas destinadas a darle solución a sus demandas. Esto debido a las pugnas que hay entre los dirigentes barriales, distritales y provinciales en un mes preelectoral como este. Todos defienden alguna causa y no dudan en atacarse entre sí, además, claro, de culpar a la compañía minera Volcan de todas sus desgracias.Esto ha generado tal clima de violencia en la región que el viernes bien pudo ser un día de marchas y enfrentamientos, principalmente después de que un grupo de trabajadores de la mina y pobladores de Cerro de Pasco marcharon en defensa de la permanencia de la compañía minera en la región. Por suerte, la sangre no llegó al río.La presencia del ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, quien nuevamente hizo de bombero del gobierno, logró calmar las aguas. Él, junto con el presidente de la región Pasco, Víctor Espinoza, el alcalde de la provincia de Cerro de Pasco, Ladislao Espinoza, y el gerente general de la empresa Volcan, Jacob Timmers, se sentaron a escuchar las demandas y propuestas de las autoridades, dirigentes y la sociedad civil.(Edición domingo).

  • [República,Pág. 22]
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