La permanente agitación que promueve el padre Marco Arana en los conflictos entre la minera Yanacocha y la comunidad de Combayo terminaron, al parecer, por colmar la paciencia del obispo de Cajamarca, José Carmelo Martínez Lázaro, quien en una carta pastoral exhortó a todos los miembros de su diócesis a no condenar el trabajo de la minería. En el documento titulado "La Minería y el Desarrollo Social Cristiano", dirigido a los sacerdotes, religiosos, fieles cristianos y ciudadanos de la diócesis de Cajamarca, el obispo señala que "la Iglesia Particular de Cajamarca no tiene ningún elemento técnico para condenar el trabajo de minería que se lleva a cabo en Cajamarca". En ese sentido, pide además a los clérigos que no participen en ningún medio sindical u organizativo que no tenga por finalidad una tarea específicamente eclesial y/o la observancia del tenor y la letra de los cánones 273 y 278 del Código de Derecho Canónico. (Edición sábado).