La masificación del gas natural en el sur del Perú sufrió un sonoro traspié en 2020 como consecuencia del retiro del país de la española Naturgy - concesionaria del proyecto -, debido a lo que esta denominó una "falta de coherencia en la política de masificación" del estado peruano.En esta difícil coyuntura, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) dispuso que Petro-Perú se encargue de administrar la concesión de forma temporal. Siete meses después de recibir este encargo, la empresa estatal considera que está en capacidad de administrar el proyecto de forma permanente."Si podemos quedarnos nosotros operando esa concesión, no lo vemos como un problema. Podríamos hasta buscar un socio", comenta el presidente de Petro-Perú, Eduardo Guevara.