Tras cinco años de incesante tensión política y luego de un proceso electoral que dividió al país en dos, no sorprende que la ciudadanía reclame un poco de tranquilidad, cansada de la incertidumbre y preocupada por el futuro. Una circunstancia que la última encuesta de El Comercio-Ipsos ha logrado recoger a la perfección y que los candidatos a la presidencia aún en liza harían bien en tomar en cuenta.Quizá la cifra que mejor grafique la situación sea la que señala que el 96% cree que quien asuma la presidencia debe gobernar para todos los peruanos y no solo para los que votaron por el ganador. Aunque es evidente que ello es lo que debería ocurrir, toda vez que el nuevo mandatario deberá representar a toda la nación y no solo a quienes lo eligieron para el puesto, ante un panorama como el actual, donde se han definido claramente dos bandos con ideas enfáticamente diferentes, es aún más importante que el nuevo Poder Ejecutivo actúe consciente de que buena parte del país no respaldó su proyecto político.