Es una buena señal que el presidente García haya expresado la decisión de buscar una alternativa al proyecto que elimina la renta básica de la telefonía fija. Ello evitará que se ahuyente la llegada de inversiones extranjeras como consecuencia de un proyecto que modificaba unilateralmente un contrato ley y que las inversiones en el sector de telecomunicaciones se marchen con el consecuente perjuicio en la imagen del país y la generación de puestos de trabajo. Todo contrato puede modificarse si las dos partes lo quieren, pero no empleando la imposición de una ley. Lo que el Presidente ha señalado es un buen signo para los inversionistas, y demuestra que en el Perú no se cambian las cosas de la noche a la mañana, sino que se conversan.