HORA DE DECIDIR
31 de mayo de 2021

Los debates presidenciales cumplen dos funciones principales. Por un lado, obligan a los candidatos a concretar argumentos sobre aquello que pretenden hacer de llegar al poder, quitándoles espacio para evasivas y forzándolos a aterrizar propuestas. Por otro, enfrenta a los postulantes a las promesas y ataques de su rival, permitiéndole a la ciudadanía verlos actuar bajo presión. El encuentro de ayer ha supuesto, así, una de las últimas acciones de campaña de ambos candidatos y seguro definirá los votos de miles de ciudadanos en la última semana antes de la elección.Tanto en el caso de Pedro Castillo como en el de Keiko Fujimori, hubo oportunidad para que le mostrasen a la ciudadanía una imagen final antes de acudir a las urnas y para reafirmar por qué, según ellos, son los postulantes idóneos para ejercer la jefatura del Estado. En ese empeño, los dos finalistas de las elecciones 2021 demostraron tener estilos muy diferentes.La representante de Fuerza Popular, por ejemplo, aseguró que enfocaría su presentación en las propuestas y no los ataques y, aunque definitivamente incurrió en estos últimos en más de una oportunidad, hizo evidente que tenía un plan de acción para enfrentar los problemas que le diagnostica al país. Y aunque se pueda cuestionar la pertinencia de algunas de las medidas descritas -como aquella que busca entregarles 10.000 soles a los deudos de los fallecidos por COVID-19-, se mostró clara y supo dirigir algunos de sus mensajes a bolsones electorales claves.