Entrevista a Gonzalo Tamayo, economista y exministro de Energía y Minas, quien asegura que la carga tributaria del Estado altiplánico al sector hidrocarburos funcionó a corto plazo, pero impidió que privados sigan explorando más recursos y sus pocas reservas se están agotando, sumado a la caída de los precios de los mercados internacionales. No puede replicarse en el Perú, afirma.El candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo, y sus voceros insisten en aplicar el modelo boliviano al sector energético y de hidrocarburos. ¿Qué consecuencias traerían estas medidas al sector?El primer efecto del modelo boliviano es que el sector hidrocarburos sería agotado, ya que se va a explotar las reservas que ya existen como en minería e hidrocarburos, pero no se va a explorar para tener nuevas reservas. Es como ordeñar la vaca y no preocuparse en tener más ganado. Los recursos de hidrocarburos son recursos que se agotan y la única manera de tener más reservas es que las empresas hagan exploración. Bolivia es un ejemplo de ello, y la caída de reservas que está teniendo es sostenida.Sin embargo, Perú Libre y los partidos aliados de izquierda califican este modelo como un ejemplo de éxito y soberanía.Si lo vemos en términos de éxito, Bolivia tuvo grandes exportaciones de hidrocarburos y sobre todo de gas al mercado brasileño en un tipo de contratos que se habían negociado mucho antes y que además las condiciones del mercado de hidrocarburos hicieron que los precios sean altos. Pero, ese contexto que era favorable para Bolivia no se va a volver a repetir.¿En qué falló el modelo boliviano?Se concentraron en el corto plazo. Exportaron hidrocarburos a precio altos que el mercado permitía al Brasil, pero las empresas no invirtieron más en investigar nuevas reservas y ahora estas reservas se están agotando.