La ruta de los containers con mercadería importada para Mesa Redonda y el Mercado Central se ve interrumpida por repentinas intervenciones policiales, las cuales no tendrían nada de censurable si no fuese porque son ejecutadas por efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) y no por la Policía Fiscal, a la que le corresponde tal labor. No obstante, la irregularidad no queda ahí, pues según fuentes de la misma Dirincri -quienes afirmaron estar cansados de la corrupción- la interceptación de la mercadería, ocurrida durante el tránsito hacia los puntos comerciales, obedecería a un afán de extorsión contra los comerciantes de los emporios mencionados.A quienes les estarían exigiendo montos que van desde 10 mil a 20 mil dólares para devolverles los productos retenidos. Caso contrario, amenazan con enviar el cargamento al depósito del Ministerio Público en Canto Grande.