El debate del último domingo estuvo dominado por discursos y recriminaciones políticas que poco tenían que ver con las materias que se debía abordar en cada acápite de la discusión y los detalles técnicos aparecieron solo como chispazos que de pronto nos recordaban el propósito real de la cita. En algunos casos, dio la impresión de que auténticos técnicos simplemente se habían dejado ganar por la coyuntura y por la necesidad de arañar al contrario para arrancarle algunos votos. Pero en otros, quedó la sensación de que presuntos técnicos habían optado por camuflarse bajo la retórica política porque no tenían mucho que decir sobre el tema específico que les tocaba desarrollar.Una situación que resultó particularmente clamorosa en la intervención del excongresista Juan Pari, quien debía exponer ante la ciudadanía los planes de Perú Libre en materia económica.El ingeniero economista se refirió más a aquello que no debían hacer que aquello que harían y se enfocó más en señalar los problemas que en cómo solucionarlos. Por ejemplo, "la pobreza no se encara con regalos; nuestra gente es digna, nuestra gente quiere trabajo" fue la idea que expresó de distintas maneras repetidas veces a lo largo de su intervención, pero nunca llegó al detalle de qué pensaba hacer el eventual gobierno de Pedro Castillo para satisfacer esa demanda. El señor Pari, incluso, en una entrevista a este Diario al día siguiente del debate, reconoció las flaquezas de su presentación: "Sí tenemos las propuestas, lamentablemente no medimos bien el tiempo", aseguró.