PINCHAZOS DE AIRE
13 de mayo de 2021

Las cuatro denuncias conocidas esta semana sobre intentos de inyectarles solamente aire a adultos mayores que esperaban recibir la dosis de la vacuna contra el coronavirus que les correspondía son sumamente graves. Primero, porque la circunstancia de que los supuestos accidentes se hayan producido en cuatro centros de vacunación distintos -la Universidad Agraria de La Molina, el estadio Chancas de Santa Anita, el Campo de Marte en Jesús María y la Dirección Regional de Salud del Callao- sugiere que, si hubiera existido una práctica dolosa, no estaríamos ante un fenómeno focalizado, sino más bien difundido en la capital y, quién sabe, en el país. ¿Ante qué tipo de irregularidades podríamos encontrarnos? ¿Saltos en la cola? ¿Mercados negros de vacunas? Cada posibilidad es más perturbadora que la otra.