CONVIDADOS DE PIEDRA
29 de abril de 2021

La segunda vuelta no es un proceso de definiciones políticas que compromete solo a los dos candidatos que continúan compitiendo por acceder a la presidencia o a sus partidos. También los postulantes que quedaron fuera de carrera tras la votación del 11 de abril tienen responsabilidades que no deberían eludir. En la medida en que representaron a determinados sectores ciudadanos en la primera etapa de la contienda les corresponde, efectivamente, velar por lo que suceda con los intereses y valores de tales sectores en la segunda.Algunos de ellos, sin embargo, dolidos por las noticias que les trajo el conteo de votos o temerosos de perjudicarse si se involucran demasiado en el respaldo o rechazo a las posiciones de los dos aspirantes todavía en liza, prefieren ignorar las demandas que la situación les plantea. No se trata, por cierto, de que forzosamente endosen una candidatura o la otra, sino de que señalen los riesgos que cada una de ellas entraña para orientar de esa manera a quienes confiaron en ellos en la primera vuelta. En eso consiste precisamente la tarea de un líder político: en liderar.