La noticia más llamativa de los últimos días ha sido el deslinde del aspirante presidencial Pedro Castillo con el ideario de Perú Libre, el cual propugna cambiar la Constitución y capturar los principales yacimientos mineros y de hidrocarburos, como el de Camisea, al cual dedica especial atención. Y es que la nacionalización del gas cusqueño, en el imaginario de Perú Libre, permitiría triplicar el presupuesto para el sector educación, convirtiendo dicho recurso "en el pan de la educación peruana".En vez de eso, Castillo propuso la semana pasada "no ir más allá" en la nacionalización del gas de Camisea si es que el consorcio liderado por Pluspetrol acepta destinar toda su producción al mercado interno y mostrar su conformidad "con el planteamiento de que el 70% queda para el país y el 30% se la lleva".