ESCENARIO FISCAL. El déficit fiscal del año pasado equivalió a 8.9% del PBI, menor al proyectado debido principalmente a que el Gobierno (en sus tres niveles) gastó menos de lo asignado para combatir el covid-19. Para este año, el BCR proyecta un déficit de 4.4% del PBI, lo cual implicará una reducción del gasto corriente, habida cuenta que -por ahora- se prevén menos transferencias de carácter temporal por la pandemia. Si bien habrá un salto en la inversión pública, como ya ocurrió en febrero y marzo, esa mayor ejecución será compensada por la recuperación de la recaudación tributaria.Estos datos parecen augurar un buen desempeño fiscal, pero no es totalmente así. Es que la economía peruana se recuperará (de la fortísima caída del 2020), pero ese rebote no será suficiente para alcanzar el nivel que tenía antes de la pandemia. En otras palabras, con respecto al 2019, este año el PBI no crecerá. Ello significa, entre otros efectos, que los ingresos corrientes del Gobierno general aún no serán equiparables a los del 2019. En suma, habrá menos recursos para gastar que los que se tenían disponibles los dos años previos. Y si surge la necesidad de presupuestar algo extraordinario -comprar vacunas, por ejemplo- se tendrá que quitar dinero de una o más partidas. O recurrir al endeudamiento.