EL SECRETO MEJOR GUARDADO
11 de abril de 2021

Desde fuera, el Perú se ve como una curiosidad regional. ¿Cómo es posible que un país con tremendas debilidades institucionales y políticas, donde en los últimos cinco años ha habido cuatro presidentes, pueda mantener tasas de crecimiento relativamente altas? En otras naciones, períodos largos tan marcados de inestabilidad generalmente han devenido en parálisis económica.Esta impresión es, por lo menos, parcialmente incompleta. Nadie sabe en realidad cuál hubiese sido la tasa de crecimiento con un ambiente político menos tumultuoso; es muy posible que el ritmo de expansión hubiese sido mayor. Pero la respuesta concreta a la interrogante que se plantea desde el exterior es que, a pesar de los cambiantes vientos políticos locales, varios de los pilares estructurales de la economía peruana han permanecido relativamente estables.El secreto nacional es que, a pesar del cambiante repertorio de actores, casi nadie, por ejemplo, ha puesto sobre la mesa una interferencia en el trabajo del Banco Central de Reserva (BCRP), una suspensión del comercio internacional, un control de precios rígido o una ampliación desmedida de la actividad económica del Estado, como sí sucedió en otros países de la región. Esto ha permitido algún nivel de predictibilidad económica y el crecimiento de las últimas décadas.(Edición sábado).