Su paciencia ha comenzado a agotarse. Los representantes de las comunidades achuar que viven a orillas del río Corrientes, en Loreto, están por tercera vez en el año en Lima, en un último intento por tratar de convencer a las autoridades que su pueblo sufre las consecuencias de la contaminación petrolera y que es necesario detener estos daños que solo traen muerte y división.En la delegación hay dos apus o líderes que no hablan castellano, pero que en la fuerza de su voz se nota que hay la determinación de no seguir rogando, sino de tomar la justicia en sus manos. El profesor Andrés Sandi, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Río Corrientes, afirma que sus compañeros están cansados de no ser escuchados y que si esta vez no regresan con un ofrecimiento concreto, la población va a tomar medidas "que no están autorizados a dar a conocer". En las anteriores visitas a Lima fueron atendidos por los congresistas del anterior Parlamento y por Osinerg, que realizaron visitas a la zonas contaminadas e hicieron miles de propuestas, pero al final nadie cumplió con los ofrecimientos.(Edición sábado).