LAS GRAVES CONSECNUENCIAS DE LA SUPERPOSICIÓN DE PODERES
10 de septiembre de 2006

El terrible incendio del antiguo local del Palacio Municipal de Chiclayo es solo una consecuencia más de la absurda interferencia de poderes que amenaza el orden y la gobernabilidad, y que no puede continuar más.Lo más urgente es deslindar la autoría y las responsabilidades intelectuales y materiales de este atentado incendiario --lo que corresponde a la Policía Nacional y al Ministerio Público--. Luego de eso, tiene que castigarse con todo el peso de la ley a estos inescrupulosos que han producido grave daño al patrimonio arquitectónico, además de quemar documentos y atizar la violencia política.Sin embargo, hay que ir al fondo del asunto, que tiene que ver con la estructura misma del sistema democrático representantivo y del Estado de derecho: el alcalde Arturo Castillo fue vacado por el Jurado Nacional de Elecciones luego de una denuncia judicial, y el cargo fue asumido por el teniente alcalde José Barrueto. Posteriormente, Chirinos apeló dicha resolución, por lo que el caso llegó al Tribunal Constitucional que declaró nula la vacancia del JNE.De acuerdo con los arts. 178 y 181 de la Constitución corresponde al JNE "administrar justicia en materia electoral" y sus resoluciones son dictadas en instancia final, definitiva y no son revisables. Ya en meses previos, cuando se intentó abrir una puerta para la intervención del Poder Judicial y del TC en los reclamos de los candidatos a la presidencia y al Congreso, el asunto quedó zanjado. Incluso el presidente del TC, Víctor García Toma, hizo un tajante deslinde, al afirmar que su entidad respetará la competencia jurisdiccional, plena y exclusiva, del JNE en asuntos electorales. ¿Qué hacer en el entretanto? La propuesta del presidente de la región Lambayeque de que los alcaldes en pugna dejen el cargo a otra persona y se presenten a las elecciones es interesante pero ya ha sido rechazada por las partes. Por lo mismo, tenemos que afirmar la competencia y autoridad del JNE en asuntos electorales, que se debe respetar, por lo cual el señor Chirinos dejó de ser alcalde. (Edición sábado).

  • [El Comercio,pág. A 4]
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