Nos recibe en la sucursal limeña de la CAF, su tierra, donde fue dos veces ministro de Economía. La sede está en Caracas, pero la pandemia le ha complicado desplazarse a Venezuela desde el 2020. Su renuncia, a un año de cumplir su mandato, obligará a adelantar la elección de su sucesor antes de que dos nuevos gobiernos (Perú y Ecuador) se sienten en el directorio. Aquí Luis Carranza nos explica por qué dio un paso al costado. -¿Ha renunciado porque el directorio de la CAF se lo pidió o porque encontró una situación insostenible? Le faltaba poco más de un año. La decisión de renuncia la tomé cuando me percaté de la fuerte politización que empezamos a tener en el directorio de CAF desde el último año. Me vi en la necesidad de tomar esta difícil decisión para mandar a los países un mensaje fuerte y claro de que las instituciones deben tener autonomía e independencia, para ser instrumentos útiles a los propios países.