Huelga decir que el Congreso actual nunca fue un entusiasta defensor del sistema de pensiones. Sea porque en un contexto de crisis los ahorros ahí acumulados se hacían más valiosos, o sea porque identificaron el descontento popular que suscitaban las AFP y ONP, desde la primera oportunidad los parlamentarios se lanzaron a erosionar el ya débil sistema con argumentos demagógicos e irresponsables. El único esfuerzo medianamente serio que se emprendió fue la conformación de la Comisión de Reforma de Pensiones, pero cuyos resultados fueron poco satisfactorios. El capítulo más reciente de esta historia fue escrito esta semana con la aprobación de un dictamen de parte de la Comisión de Economía del Congreso que autoriza un nuevo retiro de los fondos de las AFP. De acuerdo con la propuesta, todos los afiliados al sistema privado de pensiones (con excepción de quienes califiquen al Régimen de Jubilación Anticipada por Desempleo) podrán retirar hasta 4 UIT, equivalente a S/17.600, de sus ahorros previsionales. Más aún, los mayores de 40 años podrían retirar hasta el 95,5% de sus fondos siempre que no hayan aportado en cinco años (Edición domingo).