En la presentación del estudio sobre la gestión del gasto público en obras -preparado por el Instituto Infraestructura Institucionalidad y Gestión (IIG)- su presidente Gonzalo Prialé señaló que en el manejo del gasto público en obras, convergen dos características nacionales: la costumbre de no planificar y no prepararse con anticipación para implementar los planes en detalle, combinada con la tendencia a no resolver los problemas sino dejarlos estar, como si se fueran a arreglar solos.Como consecuencia, la capacidad de gestión del gasto en obras es limitada, tanto en obras públicas como APP."No se logran resultados y los problemas de gestión se incrementan por el temor de los funcionarios a tomar decisiones, acentuado por los casos de corrupción develados", explicó.De acuerdo al estudio, en el periodo 2006-2019 no se gastó un tercio del presupuesto institucional modificado (PIM) anual promedio. Tampoco se gastó S/17,032 millones por año en los últimos dos años antes de la pandemia.