A pocas semanas de las elecciones generales, parece inevitable filtrar cualquier asunto gravitante por un tamiz político. Pero la discusión sobre las preferencias o antipatías ideológicas, así como la visión que cada quien tenga del rol teórico del Estado deben pasar a un segundo plano cuando se trata de desplegar la campaña de vacunación más efectiva y rápida posible. Según los ministerios de Salud y Relaciones Exteriores, el Perú estaría recibiendo números significativos de vacunas de los laboratorios Sinopharm y Pfizer entre marzo y abril. De cumplirse, el siguiente gran obstáculo para alcanzar la inmunización masiva -y regresar a algún nivel de normalidad en la vida del país- será por supuesto la logística en la aplicación de las vacunas.