¿Por qué reacciona así esa ONG -y su prensa adicta- que está siendo investigada por la Comisión de Inteligencia? Oigan, ubíquense. Si bien no comulgo con aquello de que el Congreso es el primer poder del Estado o que es un dictador omnipotente, es ciertamente una de las máximas instancias estatales, a la que no sólo le toca legislar, sino también fiscalizar. ¿Por qué no se puede fiscalizar a los fiscalizadores, a aquellos que se han pretendido autoerigir en la conciencia de la nación? ¡Qué buena vaina! Es sano, legítimo y bueno poner bajo la lupa a estos grupos que más parece que pretenden colonizar mentalmente o paralizar al Estado, no enriquecerlo con ideas de todo tipo (como lo hacen think-tanks como el ILD o Grade o Desco) sino capturándolo, acorralándolo y “direccionándolo” con campañitas ideológicas insidiosas. Ojo que no estoy en contra de las ONG activistas. Me parecen excelentes las campañas a favor de la mujer de las Manuelas, del sida de Vía Libre, de las píldoras del día siguiente o de los condones, por no hablar de aquellas que hacen una gran labor asistencial (Cruz Roja, Care, Cáritas). Pero desconfío de esta suerte de minipartidos políticos, de asociaciones de cuadros políticos caviares -a menudos ex rojos radicales y ex adulones velasquistas bien nutridos con fondos externos- listos para tomar los cargos públicos (¡que creen que se los merecen!), como la Comisión Andina de Juristas y el Instituto de Defensa Legal. Tampoco me gustan aquellas que han hecho que los Derechos Humanos violenten el legítimo poder coercitivo estatal para mantener el orden social mínimo y de la seudoecología radical sus banderas convenientes para que los acomodados europeos "progres" con sentido de culpa frente al Tercer Mundo las rocíen de dólares. Así, tienen que armar periódicamente líos antimineros o juicios eternos a los uniformados para justificar sus remesas. Felizmente que en esa comisión hay gente que no se va a chupar como Mulder, Andrade, Alcorta y Giampietri. Adelante, sigan investigando, que es su trabajo. Si las ONG no han hecho nada malo, pues que no se inquieten.Y más bien los congresistas deben de aprobar cuantos antes esa norma que fortalecía a la APCI y que tan absurdamente vetó Toledo en sus últimas horas por consideración a sus amigos caviares. Y luego demandar que la APCI regrese de Torre Tagle a la PCM (García Sayán, factótum de la Comisión Andina de Juristas, hizo esa movidita cuando canciller). Y presionar al milímetro a su titular Cucho Haya, que no sólo tiene mucho amigo caviar y rojo, sino que además tiene una, seguramente infundada, fama de flojo, señala el director de Correo, Aldo Mariátegui.