El oxígeno vuelve a escasear, y más rápido que en la primera ola de COVID-19.En la búsqueda de nuevas fuentes de suministro, el Gobierno ha abierto la ventana a la importación, pero también a otras opciones, como solicitar a las empresas minero energéticas que destinen provisiones de oxígeno a la emergencia sanitaria. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) aclaró el lunes que las minas no tienen la capacidad de producir oxígeno porque no poseen plantas generadoras en sus operaciones. "Ha habido información inexacta [del Gobierno]. Las minas a tajo abierto no tienen ninguna planta de oxígeno y las minas subterráneas tampoco", precisa Raúl Jacob, presidente del gremio minero energético. Los ingenieros metalurgistas, expertos en el trabajo con oxígeno, advierten también que las minas no emplean este elemento en lo absoluto, salvo para casos de primeros auxilios.Sin embargo, apuntan que las plantas metalúrgicas de oro sí pueden utilizarlo.Se trata, no obstante, de cantidades pequeñas que las mineras compran a proveedores industriales (solo las fundiciones lo producen intensivamente). ¿Pero existe la posibilidad de que las minas desvíen estos volúmenes para el sector salud?. Pablo de la Flor, director ejecutivo de la SNMPE, asegura que no es posible por la sencilla razón de que ya no reciben oxígeno de sus proveedores.Por el contrario, el directivo aconseja al Gobierno que se dedique, más bien, a poner en marcha las plantas de oxígeno que la minería ha donado al sector salud y que se encuentran inoperativas por "temas burocráticos".Es el caso de diez plantas con una capacidad de producción conjunta de 2.340 m3 diarios (3.2 toneladas diarias) aportadas por Chinalco, Minsur, Southern Copper y Gold Fields a hospitales de Lima, Puno y Cajamarca.