Aun cuando el incremento en el precio del gas licuado de petróleo (GLP) preocupa cada vez más a los consumidores, hay un riesgo aún mayor que puede afectar al mercado local: el de un posible desabastecimiento de ese producto, advirtió Jaime Mendoza, presidente del Osinergmin. En una exposición ante la Comisión de Energía y Minas del Congreso, el funcionario explicó que, si bien la normativa vigente dispone (para asegurar el abastecimiento al mercado local) que las empresas deben mantener un stock permanente equivalente a 15 días continuos de GLP, en diciembre último hubo días en que el almacenamiento apenas alcanzaba para 24 horas.