El presidente de la República, Alan García, se olvidó de su amistad con el sociólogo Hugo Neira y respondió a sus quejas sobre el escaso apoyo del Gobierno a la Biblioteca Nacional señalando que el funcionario, como director de esa institución, no puede dar órdenes al ministro de Economía."No hay que confundir amistad con trabajo de funcionario", afirmó García, luego de que Neira, en entrevista con Perú.21, se quejara de que los ministerios de Economía y de Educación no permiten que la Biblioteca Nacional reciba partidas presupuestarias necesarias para su funcionamiento.El jefe del Estado sostuvo que el sociólogo, quien fuera colaborador del Frente Social, llegó a la Biblioteca Nacional con algunas propuestas, "pero las propuestas del director no son órdenes para el ministro de Economía".