Cientos de pobladores empiezan a impacientarse en Huaraz. Desde que Barrick Misquichilca, que explota la mina Pierina a 10 kilómetros de esa ciudad, recibió la autorización para iniciar la exploración del Cerro Condorwaín, el sentimiento antiminero de sus habitantes ha recrudecido. Pero la minera pierde cuidado desde que sabe que cuenta con el apoyo de las 11 comunidades aledañas a Pierina, en el distrito huaracino de Jangas, donde interviene directamente con programas de desarrollo.Lo que le preocupa, en todo caso, es que se intensifiquen las protestas, pero no por razones de contaminación (que la empresa niega que existan), sino por intereses políticos que deriven de la campaña electoral.Otra preocupación que mantiene ocupada a una de las mayores productoras de oro del Perú es su plan de cierre, proyectado para el 2010, pero que, sin duda, ya ha comenzado con la clausura de algunas instalaciones.¿En qué consiste? Los lineamientos de Barrick para el Plan de Cierre de Mina consideran programas de desarrollo económico y social a través de la promoción de emprendimientos locales, expone la minera. Y aunque es difícil creer que en los tres años restantes las comunidades aprenderán a autofinanciar los proyectos (ahora piloto) que subvenciona en parte la empresa, y cambiarán por completo tecnologías tradicionales por otras modernas de producción agrícola y ganadera, Barrick asegura que dichos proyectos son sostenibles en el tiempo y que monitorearlos forma parte de su plan de cierre.Sin embargo, aunque estos programas fueron implementados desde el inicio de operaciones de la minera, en 1998, ocho años después todavía lucen incipientes. (Edición domingo).