La tradición le atribuye a Luis XV, penúltimo rey de Francia, la sentencia: "Después de mí, el diluvio". Una frase que no solamente debe asociarse a la situación que existía en ese país poco antes de la revolución, sino también a la distorsionada imagen que el monarca tenía de sí mismo. No fue él, en efecto, un gobernante que haya pasado a la historia por sus aciertos y sin embargo las palabras que presuntamente pronunció parecen provenir de alguien que se juzgaba providencial e imprescindible para la sociedad sobre la que regía. Un mal que suele manifestarse en políticos de todas las épocas y al que, daría la impresión, el expresidente Martín Vizcarra no es inmune.Como se sabe, el exmandatario ha confirmado en estos días que encabezará la lista congresal por Lima de Somos Perú para las elecciones del 11 de abril y, en un esfuerzo por justificar esa desconcertante postulación, ha ofrecido una entrevista al diario español "ABC" en la que ensaya argumentos emparentados con el sentido de la frase atribuida a Luis XV.Se trata, aclaremos primero, de una candidatura desconcertante, porque la bancada del partido elegido para hacerla posible votó mayoritariamente en el Congreso por la vacancia del ex jefe del Estado: un trance que, en la entrevista aludida, él considera ni más ni menos que un "golpe institucional". Y la circunstancia de que la mayoría de esos legisladores haya renunciado luego a la organización política en cuestión o esté sometida a procesos disciplinarios internos no cambia realmente el contrasentido.