Hace dos años el Perú hizo noticia en todo el mundo por el hallazgo de litio en un lugar inimaginado: la rocosa y gris meseta de Macusani, en Puno. Un ambiente completamente alejado de las blancas llanuras de sal (salares) con las que este elemento está asociado en Sudamérica.Fue un descubrimiento accidental, al estilo de América por Cristóbal Colón o de la penicilina por Alexander Fleming.Mientras buscaba uranio en Macusani, la canadiense Macusani Yellowcake se topó con un depósito de litio en roca dura (toba volcánica) en el área conocida como Falchani. El hallazgo colocó al Perú en el mapa del litio, sobre todo, porque rompió el paradigma de que dicho elemento solo puede ser hallado en salares en esta parte del mundo.Ahora, un grupo de geólogos está a punto de romper otro paradigma: que el litio solo puede ser encontrado en salares o en roca dura.También hay que considerar las arcillas (minerales industriales).