El lunes por la noche, el presidente Francisco Sagasti ofreció un mensaje a la nación para anunciar una serie de medidas para fortalecer la Policía Nacional del Perú (PNP), luego de la violenta represión ejercida por las fuerzas del orden durante las protestas de las últimas semanas. Por su lado, en una entrevista con RPP, el ministro del Interior, Rubén Vargas, dio más detalles sobre las decisiones del Gobierno.Entre las principales acciones dadas a conocer por el Ejecutivo destacan la designación de César Augusto Cervantes Cárdenas como comandante general de la policía y el paso al retiro de 18 generales de la misma institución, entre los que resalta Jorge Lam, ahora exsubcomandante de la PNP, quien estuvo al mando de la entidad durante las manifestaciones y que está siendo investigado por la fiscalía. A ello se suma que se instalará una comisión de bases para que, en un plazo de 60 días, se planteen propuestas de cambio para "modernizar y fortalecer" a la organización, y la movilización de hasta 100 gerentes públicos, a cargo de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), para que intervengan en la gestión de sus sistemas administrativos y presupuestales.Desde algunos sectores se están exigiendo reformas más radicales a la PNP, pero los pasos dados por el Gobierno resultan prudentes y atinados. La circunstancia, por ejemplo, de que muchos de los altos mandos, que pudieron estar vinculados a la violencia registrada este mes en nuestras calles, hayan sido separados de sus puestos, representa una sanción nítida que se espera disuadirá a los sucesores de insistir con el empleo abusivo de la fuerza. Asimismo, que se vaya a asignar a funcionarios especializados de Servir para reorganizar una institución asolada por tanto tiempo por irregularidades en el manejo de sus recursos -especialmente durante la pandemia-, es acertado y hasta esperanzador.