Como buen escudero del régimen, Jorge del Castillo salió a enfrentar la pataleta de Ollanta Humala, quien denunció al gobierno de estar detrás del fallo que dictó la jueza Miluska Cano en su contra. Ni persecución ni intencionalidad política, sino más bien lo único que hay es "delirio de persecución", aunque eso "es problema de él", afirmó el Primer Ministro en alusión al nacionalista. En breves declaraciones le exhortó "que se ponga a derecho" si es que no tiene nada que temer.Luego de reunirse con los dirigentes de las cuencas cocaleras en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros, aseguró que el Poder Judicial actúa con total independencia y que el gobierno no tiene ninguna injerencia en ese proceso judicial. Fue contundente en señalar que los fiscales, jueces y procuradores actúan por su propia cuenta, por lo que está descartada cualquier injerencia política en el asunto.(Edición sábado).