El pasado 14 de setiembre, el Congreso aprobó, nuevamente, una norma en la que se combinan la búsqueda del aplauso popular y la indolencia frente a las advertencias técnicas sobre los efectos negativos que acarreará. Con 104 votos a favor y ninguno en contra, la representación nacional dio, en efecto, luz verde a la ley que amplía el plazo para entregar títulos de propiedad a los terrenos ocupados de manera informal y la exoneró, además, de segunda votación (para evitar, seguramente, el riesgo de algún rapto de racionalidad que los pudiera hacer revisar su insensatez cuando las críticas empezaran).¿En qué consiste lo aprobado? Pues si antes solo estaban facultados para acceder a los mencionados títulos quienes pudieran acreditar una posesión que se remontase, como máximo, al 31 de diciembre del 2004, ahora esa fecha límite se ha movido al último día del 2015. Es decir, se han incorporado al "beneficio" las ocupaciones informales de los siguientes once años.