El presidente Alan García cumplió ayer, desde muy temprano, una recargada agenda de actividades que concluyó con un homenjae a Santa Rosa de Lima y un balconazo, pero se dio tiempo para tomar nuevamente el "toro por las astas" y responder, una a una, las duras críticas que recibió en los últimos días. Algunos de sus comentarios fueron hechos con marcada ironía y acompañados por una sonrisa, sobre todo cuando se refirió a las expresiones de Lourdes Flores y de Ollanta Humala, quienes le censuraron que haya preferido pasar el sombrero a las grandes empresas mineras para que entreguen un óbolo voluntario.