INCERTIDUMBRE Y ASERTIVIDAD
15 de junio de 2020

Las causas principales de los malos resultados simultáneos en salud y economía en el Perú -en comparación con otros países de la región- serán materia de análisis e introspección por los siguientes meses y años. Algunas fallas son, sin duda, estructurales y arrastradas a lo largo de décadas y de gobiernos de distinto tinte político. La informalidad, la precariedad del sistema de salud o la baja penetración financiera, por mencionar algunos ejemplos, difícilmente pueden atribuirse a decisiones u omisiones de la actual administración.Pero otras causas sí pueden ser materia de crítica inmediata. Entre ellas, quizá una de las más relevantes sea el pobre manejo que se ha tenido en la reanudación de actividades económicas, sobre todo en aquella área compleja que vincula lo formal con lo informal y absorbe el empleo de millones de peruanos.El comercio ambulatorio en ciertos distritos de la capital grafica nítidamente la situación. Según reportó este Diario ayer, a 90 días de iniciada la cuarentena, la mayoría de los 35.000 vendedores ambulantes en La Victoria ocupan de manera rotativa las calles del distrito, sin una solución estable ni segura para ellos ni sus clientes. Al mismo tiempo, mafias de mayoristas, con varios kilos de mercadería, evaden la poca capacidad de fiscalización utilizando caravanas de camionetas y logística elemental. Ello genera aún más aglomeración y riesgos de contagio en los puntos calientes del distrito.