Y LA ÉTICA, ¿QUÉ?
9 de junio de 2020

A pesar de que en cada quinquenio cambian los partidos que lo componen y, por consiguiente, muchos de sus integrantes, hay cosas que se mantienen vigentes en el Congreso de la República. Entre estas, por ejemplo, se hallan el impulso por legislar de acuerdo con la coyuntura (‘legislación reactiva’, le llaman algunos), las citaciones irrefrenables a los ministros a distintas comisiones o las controversias que siempre se desatan alrededor de la Comisión de Ética, quizá el más polémico de todos los grupos de trabajo.Honrando la tradición parlamentaria de los últimos tiempos, la actual representación nacional no ha sido ajena a ninguna de estas prácticas. Aunque es justo decir que, en esta oportunidad, la crítica no pasa tanto por la actuación de la comisión de marras sino más bien por la ausencia de esta.Hoy se cumplen 85 días desde que se instaló el Parlamento 2020-2021 y todavía no existe una Comisión de Ética operativa (aunque se espera que esto se corrija en los próximos días). Ya es una cifra récord, pues el mismo trámite le tomó al Congreso anterior apenas 43 días, y al antecesor de este último, 76. Sin embargo, algunos legisladores no han esperado ni siquiera a que el grupo de trabajo se instale para empezar a recordarnos por qué es perentorio que lo haga.