A estas alturas del próximo año, los peruanos sabremos, casi con total seguridad, quién será el siguiente presidente del Perú. Asimismo, sabremos qué partidos compondrán el nuevo Congreso y el número de escaños que cada uno de ellos ocupará. Sabremos, también, qué plan de gobierno regirá hasta el 2026 y estaremos ansiosos por constatar si tomamos la decisión correcta.Aunque el tiempo es corto, y el inicio de la campaña electoral es inminente, hay muchísimo por reflexionar si lo que buscamos es que nuestras nuevas autoridades representen los cambios que queremos ver en el país. Los últimos cuatro años han servido para exponer nuestras graves debilidades institucionales -renunció un presidente y hasta se disolvió un Parlamento-; y los más de dos meses que hemos estado sumidos en esta crisis sanitaria, para hacer evidente todo aquello que nuestros líderes descuidaron, principalmente en lo que concierne a la salud pública. Ahora, estas lecciones tendrán que guiar nuestro voto.