SALUD. El COVID-19 ha causado la muerte de 33 médicos y 1,773 contagiados, de los que 28 están en UCI. Alrededor de la mitad de fallecimientos corresponde a Loreto, uno de los departamentos más golpeados por la pandemia, y uno de los que menos preparados estuvo para enfrentarla. Sus autoridades no tomaron medidas para dotar a hospitales de materiales de bioseguridad para el personal ni equipos básicos para tratar a los enfermos, pese a que contaban con presupuesto, asignado por el Gobierno nacional, que al final tuvo que hacerse cargo del problema -con la colaboración del Vicariato de Iquitos, que montó una planta de oxígeno tras organizar una exitosa colecta-.El caso de Loreto también puso de manifiesto que en los gremios de los profesionales de salud no todo es unión y que el ego de algunos de sus representantes puede más que la necesidad de seguir colaborando, aunque en ocasiones sus recomendaciones sean convenientes pero dejadas de lado. Se notó, por ejemplo, que el ministro de Salud, Víctor Zamora, ha generado más anticuerpos que un recuperado del COVID-19. Unas declaraciones poco acertadas, provocaron que el Colegio Médico del Perú (CMP) pidiera su salida del Gabinete.