Leo declaraciones del Premier donde señala que no le gustan los contratos de estabilidad tributaria y que considera que no deberían firmarse más, siendo preferible hacer más estable al Estado peruano para atraer inversiones. A renglón seguido, declaraciones del ministro Valdivia, quien señala que el gobierno no renovará los contratos de estabilidad tributaria a las empresas mineras que actualmente gozan de este beneficio y que en el caso de que las nuevas empresas soliciten dichos contratos, éstos se evaluarán (Correo, página 16, domingo 27 de agosto). Asumiendo que las declaraciones reflejan el pensamiento de ambos ministros, quisiera hacer algunos comentarios al respecto: 1.- Los convenios de estabilidad se crean al amparo de un marco legal hoy vigente que no puede ser desconocido, salvo que sea derogado. Por ello, no se puede evitar firmar convenios de estabilidad si las empresas cumplen con los requisitos de ley. No es una potestad del gobierno firmar o no convenios, menos discriminar entre nuevos y antiguos. Es un marco legal que existe para todos aquellos que cumplan con sus requisitos, y como tal debe ser cumplido.2.- Los convenios de estabilidad fijan un marco tributario, fuera de otras "seguridades" para empresas que vienen a invertir al Perú. Existen en algunos países como herramienta para atraer inversión. Obviamente, estos países buscan garantizar que no se cambiará el régimen tributario a una inversión. ¿Es esto justo? ¿Es esto lógico? ¿Se puede verificar que ha dado resultados? Depende. No sé si se pueda argüir válidamente que inversiones como las de Antamina no hubieran sido posibles sin convenios de estabilidad. Lo que sí podemos corroborar todos es que en las elecciones que acaban de pasar estuvimos a punto de cambiar todo el régimen tributario y otras condiciones que, aparentemente, estaban interiorizadas en los peruanos después de muchos años. Por ello debemos pensar si todo lo que pasa por la cabeza de los inversionistas es si existe o no un recurso natural en un país al realizar una inversión, o si éstos prefieren un país más estable y predecible.3.- Una buena medida de un gobierno que se inicia es revisar temas controvertidos en un marco de seriedad y profesionalismo, entendiendo que cualquier cambio afectará a los nuevos contratos, ya que los existentes sólo pueden ser variados por acuerdo de las partes, por ser contratos-ley. El MEF tiene tres estudios serios al respecto. Formar una comisión que haga un análisis serio y sobre todo desapasionado puede ser la mejor salida para abordar un tema que, si es mal manejado, puede dejar varios heridos en el camino, señala Cecilia Blume.