REFUNDEMOS EL ESTADO
8 de mayo de 2020

El martes, durante una sesión del foro del Acuerdo Nacional, el primer ministro Vicente Zeballos se refirió a los efectos a largo plazo que la crisis del COVID-19 puede tener en el Perú. En concreto, habló sobre cómo esta "es una oportunidad más que necesaria que tenemos que aprovechar para refundar nuestro país".Esta vez, el presidente del Consejo de Ministros no ahondó en los asuntos específicos que, a su juicio, el proceso de refundación debe abordar. No obstante, desde este Diario creemos que es importante reflexionar sobre las circunstancias estructurales que han hecho que la emergencia sanitaria alcance los niveles críticos que hoy exhibe, las mismas que tendrán que ser remediadas con cambios profundos en la manera en que trabaja nuestro Estado y las instituciones que lo componen. Cambios específicamente relacionados a la ineficiencia con la que se desempeña y a las tareas que permanecen pendientes en la lucha contra la corrupción. En ambos terrenos, el camino hacia los cambios requerirá también de un mea culpa del Gobierno.Uno de los dramas que esta coyuntura ha hecho particularmente evidentes es el de las deficiencias de nuestro sistema de salud. A pesar de lo mucho que el crecimiento económico de los últimos 20 años ha contribuido para inyectarle valiosos recursos al Estado, este no ha sabido plasmarlos en mejoras sustanciales de los servicios que ofrece. El Ejecutivo incluso ha mostrado una pasmosa incapacidad para utilizar el presupuesto que tiene asignado. En el 2019 los diversos ministerios solo ejecutaron, en promedio, el 71,2% del dinero que debían dirigir a infraestructura. El Ministerio de Salud, increíblemente, llegó a utilizar solo 41,2%. Las limitaciones de dicho sector se hacen ahora más evidentes que nunca.