VALDIVIA NO ESTÁ PARA MINISTRO
27 de agosto de 2006

¿El ministro Juan Valdivia es o se hace? Tras su temeridad de liberar a Petroperú de todos sus controles (felizmente se ha nombrado a un directorio responsable) y el disparate de colocar al humalista-estatista Daniel Saba como cabeza de Perupetro, ahora no encuentro mayor explicación que una limitada capacidad intelectual a su última ocurrencia: ¡proponer al cura Arana como mediador en el conflicto de Yanacocha! ¿Acaso ignora Valdivia que este religioso radical ha sido el más pertinaz enemigo de dicha minera? Como Arana es muy astuto, suele calibrar su discurso para aparecer como un moderado y palabrea muy bien, pero a la gente se le conoce por sus acciones y éste se ha dedicado durante años a buscar diariamente por dónde enfrentarse a Yanacocha. Y como los curas son vistos con mucho respeto y hasta con mágico temor reverencial en la Sierra, las palabras de Arana impactan muy fuertemente en el campesinado local. Según fuentes de la Iglesia, Arana es un protegido de monseñor Cabrejos, y por eso no se le ha podido mover a otro destino donde no friegue tanto a la inversión privada. Recuerdo que una vez la gente de Yanacocha me invitó, junto a muchos otros periodistas, para mostrar una gran cantidad de obras que habían hecho para la comunidad (lo que no es su obligación). Pero al final del día y tras escuchar a Arana hablando disparates malévolos por la radio, para mí era evidente que así Yanacocha construyese la Torre Eiffel en Cajamarca, la gente seguiría pensando que es una empresa contaminante, expoliadora y avariciosa, que le está robando sus riquezas y envenenando el agua. Además, otro problema es la envidia, feo personaje que crece aún más con la pobreza. Las cosas como son, aunque fastidie a algunos oírlas: a mucha gente allá sencillamente le revienta ver como todos aquellos que trabajan para la mina tienen una mejor situación económica, aparte de que los precios locales han tendido a subir al existir una nueva y numerosa demanda más adinerada en el mercado, y eso repercute en los bolsillos de los que no participan en la fiesta minera. También existen quejas porque se han disparado los puticlubs en la ciudad, algo lógico si tienes una gran masa masculina minera adulta que baja a recrearse en sus descansos. Estuve en Cajamarca en los 80 y daba pena ver una ciudad tan atrasada. Regresé hace poco y daba gusto ver cómo la urbe había progresado gracias a la mina, pero lamentablemente a Arana y a varios más eso no les importa. La cosa es fregar. ¡Y con este Valdivia, tan brillante! , señala el director de Correo, Aldo Mariátegui. (Edición sábado).

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