Pocas veces el pleno del Congreso mostró un espíritu de unanimidad como el que exhibiera ayer. Fue cuando con aplausos, hurras por el Perú y todo aprobaron la ley que restituye sus derechos a los 26 oficiales de las Fuerzas Armadas que el 13 de noviembre de 1992 intentaron derrocar al golpista Alberto Fujimori. Lo hicieron entonces ejerciendo el derecho a la insurgencia que en ese momento les daba la Carta Magna de 1979.En cada una de las intervenciones, los congresistas llamaron a estos oficiales -con total justicia- héroes, valientes y leales.En verdad, desde que la vicepresidenta de la Comisión de Defensa, Rosa León (Apra), sustentó el dictamen, se sabía que la justicia que buscaron estos militares durante varios años por fin llegaba a cristalizarse.El dictamen aprobado establece que el Ministerio de Defensa reconoce como tiempo de servicio real y efectivo prestado al Estado el período que permanecieron en retiro o en disponibilidad. Igualmente establece que ascenderán al grado inmediato superior, quedando inscritos en el escalafón con sus nuevos grados, para lo cual ,por excepción, no se tendrá en cuenta el requisito de tiempo de permanencia fuera del servicio activo en el cargo.