EL ESFUERZO ES DE LOS CONTRIBUYENTES
28 de abril de 2020

El Estado no genera riqueza. La riqueza la genera la gente. Es decir, las personas y las empresas que crean los bienes o prestan los servicios que otra gente necesita. Lo que ocurre, y muchas veces se olvida, es que tales actividades económicas son gravadas con impuestos que el Estado solo se encarga de recolectar para luego destinar, con mayor o menor acierto, a los fines que la tarea de mantener el país en marcha requiere.Lucir generoso o ‘solidario’ con el dinero que se ha obtenido en realidad de otros es, sin embargo, una tentación a la que los gobiernos y los gobernantes suelen sucumbir con agrado. Es un espejismo que reporta popularidad y, por lo tanto, el punto número uno del recetario del populismo y la demagogia. Popularidad y aprobación en las encuestas son, después de todo, los ingredientes que le permiten a una administración llevar la fiesta en paz y que, más temprano que tarde, se traducirán en intenciones de voto que algún día se podrán cosechar.La presente administración, lamentablemente, no es ajena a este mal. Desde que la emergencia del COVID-19 se declaró en el territorio nacional, el tópico ha sido merodeado por el Ejecutivo cada vez que en sus comparecencias diarias ante la prensa el presidente o alguno de sus ministros ha mencionado "el gran esfuerzo" que el Gobierno estaría haciendo con los bonos a las familias de bajos recursos o la inyección de dinero que supone el plan Reactiva Perú. La insinuación es engañosa. El esfuerzo, como ya hemos hecho notar, es de los contribuyentes.