Con un mensaje más aterrizado que el ofrecido el 28 de julio por el presidente Alan García, aunque todavía sin ofrecer una visión articulada de lo que espera lograr al final del lustro, el premier Jorge del Castillo logró el voto de confianza de 75 parlamentarios, con lo cual obtuvo la luz verde para poner en marcha las propuestas que planteó ayer ante el Congreso.Al igual que en el mensaje presidencial, el discurso de Del Castillo fue extenso en anuncios específicos que en general son bien intencionados y positivos, pero lacónico en cuanto a la estrategia general y sectorial que ofrezca el perfil sobre cómo se conducirán las políticas en cada actividad.Dicha ausencia podría explicarse de diferentes maneras. Primero, las estrategias todavía las están construyendo los ministros que recién están tomando posesión de sus despachos, aunque es cierto que hay un desnivel por sectores, algunos mejor trabajados que otros.Segundo, porque un rasgo relevante que el premier Del Castillo buscó proyectar en su exposición fue una voluntad de concertación de políticas con el resto de fuerzas representadas en el Congreso, lo cual demandaría -de acuerdo con este enfoque- concentrarse en anuncios concretos antes que en definiciones conceptuales que acoten demasiado el espacio para las mismas.Tercero, es probable que al gobierno aprista le cueste reconocer que, en realidad, el modelo general que va a aplicar es el mismo que ya se viene poniendo en práctica en el país desde hace unos quince años, pero con la expectativa de tener una mejor capacidad de gestión en los asuntos sociales que le permita atacar con más eficiencia la pobreza.Como consecuencia, no se percibe en el mensaje de ayer -ni en el del 28 de julio- una verdadera voluntad reformadora de, por ejemplo, sectores fundamentales para el bienestar de las personas y la competitividad del país, como salud, educación, justicia o seguridad.Al margen de ello, la música general que inspira al gobierno sigue siendo interesante, aunque parece que la letra específica la iremos conociendo en la ruta, señala el director de Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich..