EN TRES TIEMPOS
15 de abril de 2020

La confirmación del presidente Martín Vizcarra de que las elecciones generales se realizarán en abril de 2021, tal como está previsto, y que él no se presentará de ninguna manera a estos comicios, debería permitir que el gobierno y las tiendas políticas del país se enfoquen en la contención de la pandemia y la reconstrucción de nuestra economía.Lo dicho por el jefe de Estado da, asimismo,tranquilidad a la ciudadanía, aunque no faltarán quienes sigan insistiendo, a ambos extremos del espectro político: desde el de los opositores con la especie de que el mandatario, en plena crisis sanitaria, está maquinando un nuevo proyecto electoral con él a la cabeza; y desde el lado de los oficialistas de último momento, que soterradamente alientan una reelección, con el sonsonete de que ahora solo sirve el que suma (aplaudiendo como focas las decisiones del gobierno), o que las críticas a los anuncios del presidente solo deben ser constructivas.Es cierto que, tratándose de la política peruana, puede suceder casi cualquier cosa, pero estos personajes deberían verse en el espejo de los papelones planetarios que andan haciendo en el mundo los aficionados a ver conspiraciones en todos lados.