El cierre de fronteras y la inmovilización ha ayudado a evitar que el COVID-19 se extienda más rápido en el país, medidas que han golpeado en gran medida a todos los sectores. El turismo es uno de ellos. El presidente de Canatur analiza la situación.¿Cuál ha sido el impacto de esta crisis?El impacto económico ha sido gravísimo para el sector, que incluye hoteles, restaurantes, agencias de viajes, artesanos, guías, transporte, entre otros. Ahora se tiene cero ingresos, el turismo está 95% paralizado.¿Tienen un estimado de cuánto los va a afectar?La paralización comenzó en febrero para nosotros, porque ya teníamos la cancelación de los turistas asiáticos. Entre enero y febrero se perdieron US$30 millones solo con el mercado asiático, pero desde la quincena del segundo mes ya vimos que iban cancelando otros turistas, así que en el primer semestre son US$2,000 millones que se dejará de recibir en la actividad turística del país.