A medida que el precio del oro sube, por nuevos casos de propagación de coronavirus, las mineras han aumentado los pagos a sus accionistas de cara a una disminución en la producción global.Según Bloomberg, esto preocupa a algunos inversionistas, que se muestran ansiosos por las perspectivas de crecimiento a largo plazo de un sector basado en un recurso que se agota.Así, se dividen cada vez más entre su deseo de mayores dividendos a corto plazo y la necesidad de asegurar la estabilidad de la empresa a largo plazo, disputa que se ha concentrado más este año.