Sin caja y sin aliento. Así llega Doe Run Peru (en liquidación) al 2020, tras un oncenio de crisis, iniciada en el 2009 con su ingreso a Indecopi por insolvencia financiera.Desde entonces hasta ahora, la minero-metalúrgica se había apoyado en el flujo de caja proporcionado por la mina Cobriza (Huancavelica) y en las esporádicas operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), para pagar los gastos del proceso de liquidación.Pero ese escenario se habría desvanecido. El 21 de diciembre de 2019, Osinergmin dispuso la paralización indefinida de Cobriza a consecuencia de un nuevo derrame de relaves (que cobró la vida de otro trabajador).Y hace solo ocho días, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) resolvió paralizar las actividades en el CMLO, debido a que Doe Run incumplió con constituir "las garantías correspondientes al año 2020 del Plan de Cierre" de esta unidad productiva.