CRECIMIENTO. No hubo anuncio presidencial, mucho menos conferencia de prensa. Ni siquiera un comunicado del MEF explicando los motivos -y prometiendo una pronta recuperación-. El PBI del 2019 creció 2.16%, con respecto al año previo, la tasa más baja desde el 2009 (1.0%), cuando la economía peruana sufrió los efectos de la crisis financiera internacional. En medio de la (negada) crisis ministerial, el Gobierno ignoró por completo el resultado del PBI del año pasado, aunque quizás si no hubiera autogenerado ese innecesario embrollo, tampoco hubiese sabido cómo informar sobre el mediocre desempeño de la economía.Los motivos son variados. Algunos exógenos como la desaceleración global, sobre todo en China, Estados Unidos y la Unión Europea, que son los principales socios comerciales del Perú: nuestras exportaciones totales cayeron. Otro motivo que influyó negativamente fue la dotación de anchovetas, algo sobre lo que la naturaleza y el cambio climático tienen la última palabra -a pesar de lo que habría estado haciendo Imarpe-.