La preocupación por el cambio climático está transformando de forma dramática al sector hidrocarburos. En diciembre del 2019, la española Repsol anunció su intención de reducir a "cero" sus emisiones de carbono al 2050. Y hace solo una semana, el gigante BP se adhirió a esta iniciativa. "No se trata solo de que tenemos que cambiar. Queremos cambiar", manifestó Bernard Looney, flamante CEO del coloso petrolero, en una conferencia ante inversionistas y analistas.¿Cómo planea conseguirlo? Looney no dio muchos detalles, pero la estrategia no es un secreto. Se basa en priorizar la inversión en activos no hidrocarburíferos -como las energías renovables y la movilidad eléctrica- para dar tiempo a que la producción petrolera decaiga.