Un informe de Contraloría del 2015 detectó una serie de observaciones cometidas durante la adjudicación del Gasoducto Sur Peruano (GSP).En concreto, según da cuenta la auditoría de cumplimiento sobre el proceso de concesión, se hallaron cinco irregularidades. Una de ellas fue que se aprobaron las bases del concurso sin que estas incluyan un sistema de evaluación para determinar la propuesta técnica más conveniente, con lo que no se tenía la certeza de que la propuesta ganadora sea la más favorable para los intereses del Estado.Además, refirió la Contraloría en su informe, en la versión del contrato se modificaron las cláusulas que permiten el cambio del operador calificado, eliminando la exigencia de que el reemplazante cumpla con los requisitos establecidos en la precalificación y la autorización del concedente, beneficiando al concesionario.